viernes, 11 de abril de 2008

Casualidades

A veces la vida te llena de momentos tan mecánicos que no te paras a ver las cosas que te rodean, y no lector, esto no es una historia de amor platónico o bueno quién sabe… pero ayer me pasó algo muy, muy bueno que hace mucho había creído lo había perdido.

Todo empezó con un día lleno de cosas, de esos que uno no se espera. La noche anterior a esta que les cuento, mi jefa me hablo por teléfono, para invitarme a una premier de “Partes Usadas ¿le entras?” que se estrena este 18 de abril en todos los cines del DF… y bueno yo estaba allí emocionado y dije que sí. Pero de inmediato me di cuenta de la hora y dije: -a esa hora no puedo, estaré en el trabajo, mi jefa respondió… - Como últimamente estas muy “Grinch” vete no hay problema pero cuando acabe sólo vienes a las oficina y te sales a la misma hora.

Y bueno para no hacerla tan larga, al día siguiente estaba allí en la Alianza Francesa, situada en Sócrates y Homero de Polanco. Esperando a que empezara la función, poco a poco fue llegando la gente, para ser exactos puros reporteros de todos lo medios, yo era el único extraño, pues todos se conocían.

Y empezó la función, la opera prima de Aarón Fernández, que trata de la historia de 2 pubertos en cierta localidad de la ciudad, dónde compran partes usadas, y bueno mejor véanla, porque no me gusta contar las películas… jejeje

Y bueno salí, me sentí un privilegiado, estaba con aquellos críticos del séptimo arte, y dije wow me gustaría ser ellos.. ver películas antes que nadie y gratis… sus palabras se escuchaban decir: - en la tarde hay una de Universal… -pero ya viste la de Fox y dije si, eso me gustaría trabajar… pero el desencanto cayo cuando veía sus caras, cansados y sin alma, no lo gozaban.. esas caras que ves a las 3 de la tarde en el metro, muertos de nada y vivos por seguir… y dije no.. esto no es lo mío, y me fui de el lugar, claro no me fui sin agradecer a las personas que me otorgaron esta invitación…

Y me fui, dije Darío directo a la chamba, caminas al metro, te metes y te vas al trabajo.. y no vayas a dónde no tienes que ir. seee directo.. ja.. ja.. ja.. caminé por Homero, en vez de ir por Horacio para llegar al metro Polanco. Y por el camino me tope con el trabajo de una susodicha que no tenía que hablar, y dije que casualidad.. y en eso mmentos mis ansias tomaron el cel y hablé y la vi…. ( Las siguientes escenas fueron censuras por el autor de este escrito por contener situaciones muy personales) … y bueno me fui al metro después de saber que no tenía que ir a ese lugar.

Mas tarde llegue a casa me senté en la cama, discutí por teléfono con una señorita que no quería aclararme ciertas anomalías en un estado de cuenta… y después me fui a correr, como todas las tardes, una terapia que me ha funcionado últimamente, y estaba allí, con una tarde hermosa y con mujeres a sus alrededor, mujeres encantadoras que me agitaban más el corazón mientras corrro y corro, y es que no estoy yo para decirlo, pero por algo voy a correr al Parque México, no camino 8 cuadras para llegar a lugar sólo para correr verdad?

Y bueno mientras seguía en la fuente donde está la mujer destapada con unos grandes… pero con unas grandes ollas… ustedes saben cuál verdad?… estaban unos músicos muy peculiares, con trajes negros, que al parecer no eran de su talla, con sombreros exótico de igual color… atuendo no tan casual… me acerqué con extraña rareza, uno tocaba el bajo, otro el acordeón y por último otra una tambora… mi asombro fue tal ,que sólo era el preludio de algo magnífico y si querido lector, aparecieron ciertos personajes, nos rodeaban a todos los allí presentes, gritaba y actuaban de cierta forma .. eran unos Cuenta Cuentos… cada relato era puro.. unos de amor, otros de la vida.. y me di cuenta que mi cuerpo y mi alma experimentaban algo como eso, cuando te exítas mucho… como eso cuando tienes miedo a lo que le llaman adrenalina… después definí y dije esto lo que yo siento es asombro, como cuando eres niño y sonríes… feliz de escuchar relatos y cuentos cortos que eran magníficos.. la verdad hace mucho tiempo no sentía esto, una emoción y manía por querer escuchar más, no me importaba si esa chica guapa de grandes caderas y preciosa cintura pasaba y pasaba, noooo eso no me importaba. Yo estaba en esas historias, las veía, las sentía. Y dije wow, pensé que esto no lo iba a sentir de nuevo, pero siempre hay una segunda vez, hoy lo demostré

Y si ahora estoy lleno de esa resaca a lo que llaman muchos felicidad, estoy lleno por un rato, ahora sé que la felicidad puede durar una vida, o quizá 7 años. 3 meses o sólo instantes… gracias muchas gracias…

1 comentario:

AleS dijo...

Muy Bueno!!!! me di cuenta de las "cosas" que pueden pasaren un instante.... ¿lo habrá diseñado alguien??